Comentario
El reflejo de los movimientos de pueblos indoeuropeos por las zonas asiáticas también se proyectó sobre Mesopotamia. En el norte, y a mitad del siglo XV a. C. se formó un potente Estado, el hurrita de Mitanni, cuya área de influencia llegaba desde el Mediterráneo a los montes Zafiros y desde el lago Van hasta más allá de las fronteras meridionales de Asiria. En el centro y sur mesopotámicos se asistía al final de la etapa paleobabilónica, motivada por la presencia de una nueva dinastía extranjera de origen montañés, la cassita. Por otra parte, en el Asia anterior quedaba consolidado el Imperio hitita, cuya actuación exterior llegaba hasta Siria, entrando aquí en fricción con los intereses de Mitanni.
Este panorama político y el intento de un equilibrio internacional entre las potencias dominantes había motivado que Asiria pasara a un segundo plano de importancia, manteniéndose bajo la dependencia de los hurritas, durante casi cuatro siglos.